¿Leer adelgaza?
En los últimos días, ha saltado la noticia en toda la prensa española y extranjera. Las conclusiones de un estudio científico se prodigan en todos los medios porque han conseguido demostrar que se puede adelgazar… ¡leyendo! Eso sí, no vale cualquier tipo de lectura para recuperar el tipo y perder esos kilos que se han ganado después de haber disfrutado de un estupendo verano.
Según los resultados del estudio que ha realizado la universidad de Santiago de Compostela (A Coruña) en colaboración con otras universidades estadounidenses, el índice de masa corporal de los consumidores que leen las etiquetas de los productos es menor de los que nunca consideran esta información cuando hacen la compra. Por consiguiente, las personas que leen las etiquetas nutricionales están más delgadas.
Algunos ejemplos de las repercusiones mediáticas de este estudio:
Comunicado de la universidad de Santiago (en gallego)
Artículo publicado por Europa Press (en español)
Artículo publicado por Psychomédia (en francés)
Artículo publicado por Science Daily (en inglés)
Sin duda alguna, el etiquetado de los productos es una información muy pertinente que no deberíamos pasar por alto. Por tal motivo, Amyris Ediciones dispone en su catálogo de una pequeña guía de consejos muy útiles que nos ayudan a descifrar la información de los envases:
¿Qué son todos esos códigos que empiezan por 'E'? ¿Cuáles son los conservantes, los colorantes, los estabilizadores, los espesantes…? ¿Cuáles son sus efectos? ¿Qué aditivos conviene evitar? Muchas son las preguntas que se plantea un consumidor cuando se le ocurre echar un vistazo a esas etiquetas casi incomprensibles. Esta guía, que se puede llevar en cualquier bolsillo para consultar en todo momento y para saber qué estamos comprando, explica de manera clara y concisa cuáles son los aditivos menos recomendables en la alimentación diaria.
Aunque el objetivo no sea mantener la línea,
más vale fijarse en las etiquetas
para comprar productos más saludables
